
Libertad, concepto ambiguo en si mismo,con numerosas interpretaciones en todavía más numerosas escuelas de pensamiento y filósofos, lo podemos considerar un estado en el cual los individuos pueden decidir, haciéndose responsable de sus actos, o también podríamos definirla de una forma mucho más sencilla, con una simple palabra, una palabra capaz de definir a la perfección la libertad… utopia.
Paradigma de lo fantástico la ya tan gastada palabra libertad, los individuos jamás tendrán la capacidad de vivir bajo sus propias ideas, jamás podrán decidir por si solos pero si tienen la obligación de responder por sus actos, maravillosa nuestra sociedad que nos exige el cumplimiento de normas, leyes, sin tener oportunidad de librarnos y decidir sobre las mismas, puesto que tal y como dice la ley el desconocimiento de la misma no te exime del cumplimiento, y mucho menos opinar sobre ella, y a pesar de estar supeditados a toda clase de normas e imposiciones todavía pretender vendernos el sueño de que somos individuos libres!!
Jamás seremos libres mientras no rijamos por horarios, jamás seremos libres mientras existan las obligaciones constitucionales, jamás seremos libres si toda nuestra existencia esta dirigida por factores externos que no podemos controlar, pero nos encontramos con la contradicción de las contradicciones, la libertad tiene un precio y el precio no es otro que la libertad en sí misma, los derechos de unos siempre empiezan donde finalizan los derechos de otros, y así nos dedicamos a vivir una vida en la cual buscamos el sentido a conceptos filosóficos, como libertad, felicidad, que ninguno de nosotros somos capaces de reconocer como algo propio, que no somos capaces de describir, somos esclavos de nosotros mismos de nuestros propios deseos y eso justamente nos impide ser felices porque la esclavitud en si misma, nos provoca una sensación de desgracia que no somos capaces de rechazar, la única sensación con la que a menudo sí nos sentimos familiarizados, somos desgraciadamente libres en bellas jaulas de oro construidas especialmente para nosotros.
Paradigma de lo fantástico la ya tan gastada palabra libertad, los individuos jamás tendrán la capacidad de vivir bajo sus propias ideas, jamás podrán decidir por si solos pero si tienen la obligación de responder por sus actos, maravillosa nuestra sociedad que nos exige el cumplimiento de normas, leyes, sin tener oportunidad de librarnos y decidir sobre las mismas, puesto que tal y como dice la ley el desconocimiento de la misma no te exime del cumplimiento, y mucho menos opinar sobre ella, y a pesar de estar supeditados a toda clase de normas e imposiciones todavía pretender vendernos el sueño de que somos individuos libres!!
Jamás seremos libres mientras no rijamos por horarios, jamás seremos libres mientras existan las obligaciones constitucionales, jamás seremos libres si toda nuestra existencia esta dirigida por factores externos que no podemos controlar, pero nos encontramos con la contradicción de las contradicciones, la libertad tiene un precio y el precio no es otro que la libertad en sí misma, los derechos de unos siempre empiezan donde finalizan los derechos de otros, y así nos dedicamos a vivir una vida en la cual buscamos el sentido a conceptos filosóficos, como libertad, felicidad, que ninguno de nosotros somos capaces de reconocer como algo propio, que no somos capaces de describir, somos esclavos de nosotros mismos de nuestros propios deseos y eso justamente nos impide ser felices porque la esclavitud en si misma, nos provoca una sensación de desgracia que no somos capaces de rechazar, la única sensación con la que a menudo sí nos sentimos familiarizados, somos desgraciadamente libres en bellas jaulas de oro construidas especialmente para nosotros.