Acabamos de dejar atrás con respeto el 1 de Noviembre, fecha en la cual honramos a los que ya no están con nosotros, día en el que muchas culturas se envuelven en un halo de misterio y culto al otro lado, momento en el que todos procuran que sus difuntos encuentren su camino y descansen en paz… es decir, el día en el que la hipocresía llega a la mayoría de las casas españolas, único día del año en el que recuerdan como se va al cementerio, toca limpiar y poner flores en la piedra que nos separa de la cáscara del que ayer fue alguien querido, no importa si durante el año ha ido acumulando polvo, y flores pudriéndose, el resto del año no pasa nada todo esto no es importante.
Pero claro, llega el día 1 de noviembre y todos como borregos hacer caravana para entrar al cementerio, mirando al vecino de al lado a ver quien deja más reluciente el nicho, exhibiendo un luto forzado porque es día 1 de noviembre y es lo que toca.
Nos miran como si fuéramos insensibles aquellos que no entran en ese rol, aquellos que pensamos que esta no es manera de honrar a los que ya no nos acompañan, aquellos que ya no ocupan un lugar en nuestra mesa los días de celebración, lo siento a mi modo de ver no estáis limpiando un nicho, no estáis honrando a nadie, únicamente estáis limpiando vuestras conciencias, y honrando vuestro orgullo.
Espero que hoy que es día 2 de noviembre vuestras conciencias estén impecables, que podáis decir con la boca grande “yo te he honrado”, la pena es que nadie vendrá del otro lado para decirnos que opinan de toda esta demagogia socialmente correcta, pero posiblemente están más cerca de pensar que somos hipócritas incluso con aquellos que un día amamos, que este circo que pretendemos llamar tributo.
Pero claro, llega el día 1 de noviembre y todos como borregos hacer caravana para entrar al cementerio, mirando al vecino de al lado a ver quien deja más reluciente el nicho, exhibiendo un luto forzado porque es día 1 de noviembre y es lo que toca.
Nos miran como si fuéramos insensibles aquellos que no entran en ese rol, aquellos que pensamos que esta no es manera de honrar a los que ya no nos acompañan, aquellos que ya no ocupan un lugar en nuestra mesa los días de celebración, lo siento a mi modo de ver no estáis limpiando un nicho, no estáis honrando a nadie, únicamente estáis limpiando vuestras conciencias, y honrando vuestro orgullo.
Espero que hoy que es día 2 de noviembre vuestras conciencias estén impecables, que podáis decir con la boca grande “yo te he honrado”, la pena es que nadie vendrá del otro lado para decirnos que opinan de toda esta demagogia socialmente correcta, pero posiblemente están más cerca de pensar que somos hipócritas incluso con aquellos que un día amamos, que este circo que pretendemos llamar tributo.
Conclusión:
La humanidad tiene una moral doble:
una que predica y no practica, y otra, que practica pero no predica.”