
Lo que todavía no te he podido decir…
Todos bebemos de trago en trago las alabanzas, y bebemos en sorbos pequeños las críticas, y así como ayer recibiste de trago en trago nuestras alabanzas ahora recibe de sorbo en sorbo la realidad que hemos descubierto sobre ti…
Una vez te regalamos nuestra ilusión, nuestra confianza, nuestra amistad, te brindamos sin esperar nada a cambio lo más hermoso que alguien te puede dar, confianza, tu lucha nos la hicimos nuestra… por desgracia tardamos demasiado en darnos cuenta que nuestras intenciones no eran las mismas, fuimos peones en tu particular guerra, en la cual nos involucramos sin dudar.
Han pasado 2 años, y por desgracia es el tiempo que hemos tardado en darnos cuenta que no nos vendiste una ilusión por la que luchar juntos, nos vendiste humo, el cual ahora se ha disipado y podemos ver con claridad tu verdadero yo, obscuro y solitario. Alguien que jamás aprende de sus errores, que no es capaz de mirarse el ombligo con objetividad, esa objetividad y ese juicio justo que siempre exigías, hipocresía exigir lo que no eres capaz de hacer tú mismo.
Lamentable la vida de una persona que no puede enorgullecerse de saber conservar las buenas personas que se cruzan en su camino, triste es el camino de aquel que anda el camino a espaldas de los demás sin esfuerzo alguno, puesto que el día que te encuentras solo no serás capaz de saltar las piedras, cobardía en la que te escudas a la hora de hacer un juicio de los errores que cometes.
Espero que algún día aprendas que todas nuestras acciones tienen sus consecuencias, y aquí finalizo mi rencor, pues no toda la culpa es tuya yo fui dueña de mis actos de los cuales no me enorgullezco, pero yo puedo decir algo que tú jamás podrás hacer, HE APRENDIDO DE MIS ERRORES, y así como me engañaste una vez y la culpa te la doy a ti, si me dejará engañar una segunda la culpa ya sería mía.
Solo me queda decir para finalizar, para dejar aquí para siempre mi rencor, nosotros estamos bien, y seguimos ahí para cuando nos necesitamos, lo cual considero que es muy bello, con nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas, por suerte más buenas que malas, espero que la vida te exactamente lo que te mereces, ni más ni menos lo justo.
Todos bebemos de trago en trago las alabanzas, y bebemos en sorbos pequeños las críticas, y así como ayer recibiste de trago en trago nuestras alabanzas ahora recibe de sorbo en sorbo la realidad que hemos descubierto sobre ti…
Una vez te regalamos nuestra ilusión, nuestra confianza, nuestra amistad, te brindamos sin esperar nada a cambio lo más hermoso que alguien te puede dar, confianza, tu lucha nos la hicimos nuestra… por desgracia tardamos demasiado en darnos cuenta que nuestras intenciones no eran las mismas, fuimos peones en tu particular guerra, en la cual nos involucramos sin dudar.
Han pasado 2 años, y por desgracia es el tiempo que hemos tardado en darnos cuenta que no nos vendiste una ilusión por la que luchar juntos, nos vendiste humo, el cual ahora se ha disipado y podemos ver con claridad tu verdadero yo, obscuro y solitario. Alguien que jamás aprende de sus errores, que no es capaz de mirarse el ombligo con objetividad, esa objetividad y ese juicio justo que siempre exigías, hipocresía exigir lo que no eres capaz de hacer tú mismo.
Lamentable la vida de una persona que no puede enorgullecerse de saber conservar las buenas personas que se cruzan en su camino, triste es el camino de aquel que anda el camino a espaldas de los demás sin esfuerzo alguno, puesto que el día que te encuentras solo no serás capaz de saltar las piedras, cobardía en la que te escudas a la hora de hacer un juicio de los errores que cometes.
Espero que algún día aprendas que todas nuestras acciones tienen sus consecuencias, y aquí finalizo mi rencor, pues no toda la culpa es tuya yo fui dueña de mis actos de los cuales no me enorgullezco, pero yo puedo decir algo que tú jamás podrás hacer, HE APRENDIDO DE MIS ERRORES, y así como me engañaste una vez y la culpa te la doy a ti, si me dejará engañar una segunda la culpa ya sería mía.
Solo me queda decir para finalizar, para dejar aquí para siempre mi rencor, nosotros estamos bien, y seguimos ahí para cuando nos necesitamos, lo cual considero que es muy bello, con nuestras cosas buenas y nuestras cosas malas, por suerte más buenas que malas, espero que la vida te exactamente lo que te mereces, ni más ni menos lo justo.