
Cada vez que escuchamos la palabra rutina se nos tensamos, cuando en realidad es algo que necesitamos para hacer nuestra vida, en algunos aspectos, más cómoda.
A menudo confundimos la rutina con la apatía, esa falta de emoción, motivación o entusiasmo, ese estado de ánimo de indiferencia en el cual un individuo no responde a aspectos de la vida emocional. Y ahora os pregunto, ¿realmente nuestra vida carece de emociones? O tal vez no sabemos percibirlas.
Todos en algún momento hemos caído en el terrible error de creer que nuestra vida es apática o rutinaria, no descuidemos que tal y como dice el refrán, la vida es como nos la tomamos, y creo que la vida es demasiado seria como para ser tomada enserio...
Concedámonos el placer de dedicarnos unos minutos al día para dejar de ver nuestra vida como una historia sin interés, sintámonos espectadores de la misma, entendamos nuestra vida como una obra de teatro en la cual nosotros y solo nosotros tenemos la elección de escoger si queremos escenificar un personaje trágico o cómico; y que mejor manera para empezar esta reflexión que dar un paseo por un día como cualquier otro, analicemos esos pequeños detalles que creemos atentados constantes a nuestra paciencia, sintiéndonos cercanos a díos únicamente cuando escuchamos sus risotadas al contarle nuestro planes de futuro!!... Dejemos a un lado nuestra convicción de que la suerte confabula en nuestra contra, y afrontemos nuestra vida con una renovada manera de afrontar las situaciones.
Ha llegado el momento de convencernos a nosotros mismos que la vida esta repleta de detalles que nos muestran como el día puede convertirse en una aventura, que solo depende de nosotros, solamente se trata de decidir cual queremos que sea nuestro papel en esta peculiar obra de teatro que vulgarmente llamamos vida.
A menudo confundimos la rutina con la apatía, esa falta de emoción, motivación o entusiasmo, ese estado de ánimo de indiferencia en el cual un individuo no responde a aspectos de la vida emocional. Y ahora os pregunto, ¿realmente nuestra vida carece de emociones? O tal vez no sabemos percibirlas.
Todos en algún momento hemos caído en el terrible error de creer que nuestra vida es apática o rutinaria, no descuidemos que tal y como dice el refrán, la vida es como nos la tomamos, y creo que la vida es demasiado seria como para ser tomada enserio...
Concedámonos el placer de dedicarnos unos minutos al día para dejar de ver nuestra vida como una historia sin interés, sintámonos espectadores de la misma, entendamos nuestra vida como una obra de teatro en la cual nosotros y solo nosotros tenemos la elección de escoger si queremos escenificar un personaje trágico o cómico; y que mejor manera para empezar esta reflexión que dar un paseo por un día como cualquier otro, analicemos esos pequeños detalles que creemos atentados constantes a nuestra paciencia, sintiéndonos cercanos a díos únicamente cuando escuchamos sus risotadas al contarle nuestro planes de futuro!!... Dejemos a un lado nuestra convicción de que la suerte confabula en nuestra contra, y afrontemos nuestra vida con una renovada manera de afrontar las situaciones.
Ha llegado el momento de convencernos a nosotros mismos que la vida esta repleta de detalles que nos muestran como el día puede convertirse en una aventura, que solo depende de nosotros, solamente se trata de decidir cual queremos que sea nuestro papel en esta peculiar obra de teatro que vulgarmente llamamos vida.